INTRODUCCIÓN
La iglesia de San Pedro se localiza en el sector central del núcleo urbano de Ciudad Real, en la Plaza de San Pedro, delimitada al norte por la calle Lanza, al oeste por la calle Ruiz Morote, y al sur por la calle General Rey.
Fue construida a partir de la segunda mitad del siglo XIV y terminada en el siglo XV, aunque cuenta con importantes reformas y algunos añadidos posteriores. Al exterior, sus muros perimetrales están construidos con mampostería caliza, salvo los vanos y los paños de muro en los que se incluyen las puertas del templo, que presentan despiece de sillería.
Se trata de un edificio de diseño plenamente gótico, con planta basilical de tres naves —la central más ancha y ligeramente más alta que las laterales—, cada una de las cuales está compartimentada en cuatro tramos. Las bóvedas de las naves son de arista, con plementería de piedra las de los seis tramos centrales y los dos laterales del primer tramo, y plementería de ladrillo las tres de los pies. El tramo correspondiente al crucero, que no está marcado ni en planta ni en altura, está cubierto con bóveda de terceletes.
El edificio cuenta con un total de tres capillas laterales, dos de las cuales flanquean el ábside: la de Jesús el Nazareno por el lado del Evangelio —al norte del ábside—, y la de los Veras por el lado de la Epístola —al sur del ábside—. La tercera capilla, y la de mayor valor artístico del conjunto, es la Capilla de los Coca, también conocida como Capilla del Sagrario. Situada junto al extremo oriental de la nave de la Epístola, fue construida a finales del siglo XV por orden de D. Fernando Alonso de Coca, capellán de los Reyes Católicos.
La iglesia de San Pedro fue declarada Monumento Histórico Artístico el 20 de junio de 1974, y Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento el 7 de junio de 1994.
RESTAURACIÓN
Las obras, promovidas por el Obispado de Ciudad Real y la Consejería de Educación, Ciencia y Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, han sido financiadas con cargo a los fondos para rehabilitación de templos incluidos en el Convenio de la Comisión Mixta entre la Junta de Comunidades y la Iglesia Católica. Los trabajos de ejecución se desarrollaron entre los meses de septiembre de 2010 y abril de 2011.
Se realizó la limpieza y consolidación de los paramentos exteriores, con eliminación de moho y vegetación, retirada de morteros inadecuados, reposición de mampuestos, aplicación de nuevos rejuntados, y tratamiento y consolidación de grietas. Asimismo, se llevó a cabo la reintegración volumétrica de las partes desaparecidas de obra de cantería en cornisas, basamentos, capiteles, ventanas, puertas y rosetones deteriorados, tanto al interior como al exterior del edificio. También se repasaron las cubiertas de teja exteriores, y se acometieron trabajos de refuerzo de los pináculos, y reposición de vidrieras. Por último, se realizaron labores de tratamiento de la rejería de las capillas, algunos retoques de restauración de la policromía de los retablos, y la revisión de las instalaciones de iluminación interior y exterior.

Se ha seguido un criterio de mínima intervención, ya que la restauración no debe primar sobre el edificio
En este sentido, debemos poner de manifiesto la extraordinaria calidad técnica de la ejecución de los trabajos por parte de la empresa especializada Arte Vecchio, cuyos técnicos elaboraron detallados mapas de patologías para cada paramento —con indicación precisa de las zonas de intervención y de los tratamientos a aplicar en cada una de ellas—, y realizaron estudios analíticos previos de carácter exhaustivo y múltiples pruebas de color y acabado con anterioridad a la ejecución de los trabajos de consolidación y reposición de mampuestos, reintegración de volúmenes, eliminación de morteros inadecuados y posterior rejuntado de las fábricas.
RESULTADOS DEL SEGUIMIENTO ARQUEOLÓGICO
Durante el seguimiento arqueológico realizado se analizaron sistemáticamente los valores documentales del edificio, obteniendo los datos objetivos suficientes sobre su primitiva configuración estructural, sobre los materiales constructivos que lo formaban, y sobre su evolución a lo largo del tiempo. Además, se han observado y registrado todos aquellos datos que los restos materiales proporcionaban acerca de la historia del edificio, para que pasen a formar parte del corpus documental del mismo;
Entre los resultados obtenidos, cabe destacar la descripción pormenorizada de los sistemas constructivos de los muros afectados por la intervención —incluidos materiales, técnicas y aparejos—; y la identificación y documentación de diversas reparaciones y reformas en las fachadas norte, oeste y sur, tales como: el añadido de los torreones semicilíndricos de la fachada norte para frenar el vuelco lateral de la nave del Evangelio a raíz del terremoto de Lisboa de 1755; la construcción y posterior eliminación de sendos tejaroces sobre las puertas de la Umbría y del Perdón, y de un templete de fábrica delante de la puerta del Sol; el chapado del tercio superior de la fachada oeste con obra de mampostería cuarcítica, con la consiguiente supresión de un pequeño óculo preexistente en el lado de la Epístola; o la demolición del coro de los pies y del altar de Nuestra Señora de la Guía, ya al interior del templo.
El seguimiento arqueológico realizado estuvo precedido por un exhaustivo vaciado de la bibliografía disponible, y por un minucioso trabajo de archivo, desarrollado principalmente en la Sección de Arquitectura del Archivo de la Diputación Provincial de Ciudad Real (ADPCR), y en las secciones del Ministerio de la Vivienda y del Ministerio de Cultura del Archivo General de la Administración (AGA), en Alcalá de Henares (Madrid). Ello nos ha permitido ampliar los conocimientos hasta ahora existentes acerca de la evolución general del edificio, incluidas las diversas intervenciones de restauración desarrolladas en él entre 1962 y 1981.
Por último, se ha recopilado la mayor cantidad posible de fotografías antiguas del edificio, tanto de su interior como de su exterior, que han permitido completar la descripción de algunos elementos desaparecidos, aclarar algunas de las dudas ofrecidas por la lectura estratigráfica de paramentos, y rebatir, corroborar o precisar algunos de los datos obtenidos a partir de las fuentes escritas, tanto publicadas como inéditas.
La cabecera, orientada al este, cuenta con un solo ábside poligonal de siete lados cubierto por una bóveda nervada. En los cinco vanos centrales del ábside se abren sendas ventanas geminadas rematadas por óculos lobulados y decoradas con molduras de cantería en piedra caliza.